Actividades de la Generación 60-64


MVZ Alfredo R. Weitzner Spatz

El pasado sábado 23 de septiembre, la GENERACIÓN 60-64 hizo acto de presencia en San Jacinto para hacer entrega oficial de los 2 decretos (Santa Anna 1853 y Venustiano Carranza 1916) y cortar el listón simbólico del mural de Venustiano Carranza.

Ante la presencia de varios integrantes de esta Generación, el Dr. José Manuel Berruecos, con la representación oficial del Dr. Suárez Guemez, Director de la FMVZ, brindó una explicación de los 2 decretos trascendentales para la Medicina Veterinaria en nuestro país y el origen del "mural Carranza"
Posteriormente este grupo se trasladó a la Beneficencia Española para saludar a la Maestra Ángeles Medina Navascues, la muy querida Angelita.

La Dra. Angelita, refugiada de la Guerra Civil Española, llegó a nuestro país en 1939 contando 17 años de edad. Junto con su hermana África, 3 años mayor, estudió Medicina Veterinaria precisamente en San Jacinto. Fueron la primera (África) y tercera (Angelita) mujeres Médicos Veterinarios de nuestro país; ambas deslumbraron por su gran belleza.

La Dra. Angelita impartió la cátedra de Histología, Citología y Embriología durante muchos años, fue Maestra de la Generación 60-64 quien le dedicó su Reunión anual en San Luis Potosí en el año de 2010.

El 29 de septiembre cumplió 100 años de edad !!!


















Padre

Felipe Román López


Hoy he vuelto a pensar en ti
Y al hacerlo, a mi mente
acuden los recuerdos en tropel,
de sucesos ahora tan distantes,
pero que al evocarlos simplemente
y al transcribirlos al papel,
se vuelven tangibles e inquietantes.

Siento tu presencia junto a mí
Y en un milagro pleno de amor
ya no hay tristeza al recordarte,
ni sentimientos de culpa, ni dolor,
solo alegría y resignación,
pues mi memoria en frenesí
es un altar de devoción,
que con tu amor llena mis vacíos.

Tu recuerdo es el faro que me guía
hacia las metas sin desvíos,
que tu mano trazó con su porfía.

Hoy he vuelto a pensar en ti
e inolvidable serás padre amado,
ahora y en el futuro, sí
como lo fuiste también en mi pasado.
Padre. ¡Hoy he vuelto a pensar en ti!

La Historia del Ejército Charro


Juan Manuel Cervantes Sánchez

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar a nivel global, empezó el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana a Polonia. A partir de ese momento se consolidaron dos alianzas militares; Las Potencias del Eje (Alemania, Japón e Italia) mientras por otro lado estaban Los Aliados de la Segunda Guerra Mundial. De esta forma los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Fueron movilizados más de cien millones de militares y se estableció un estado de guerra total sobre todo en Europa, el resultado final fue la muerte entre 50 y 70 millones de personas.

La guerra en Europa terminó con la captura de Berlín por tropas soviéticas y polacas, así con la consiguiente rendición alemana el 8 de mayo de 1945, mientras que en Asía terminó el 15 de agosto de 1945 tras el bombardeo atómico norteamericano a Hiroshima y Nagasaki.

El gobierno mexicano se mantuvo neutro hasta el 13 de mayo de 1942 cuando el primer barco petrolero mexicano “Potrero del Llano” fue atacado por el submarino alemán U-564 frente a la costa de Florida. Una semana después el submarino alemán U-106 atacó al barco “Faja de Oro” cuando navegaba frente a Pinar del Río. De esta forma México dejó la neutralidad que mantenía en la Segunda Guerra Mundial y abrió hostilidades contra los países del Eje (Alemania, Japón e Italia). Sin embargo, los ataques navales continuaron contra los barcos: Tuxpam, Las Choapas, Oaxaca y Amatlán, entre junio y septiembre de 1942.

Pero en el momento de declarar la guerra a los países del Eje algunas personas pensaron que una eventual invasión podría ser real. Fue así que el Sr. Antolín Jiménez Gamas, presidente de la Asociación Nacional de Charros y excombatiente de los Dorados de Villa, creó en septiembre de 1942 el ejército charro al que se le llamó “Legión de Guerrilleros Mexicanos”. Sus integrantes entonces se prepararon para combatir a las fuerzas alemanas.

Tuvo dos razones para crear esta legión, incluso con el permiso del gobierno del entonces presidente Manuel Ávila Camacho. Porque tenía experiencia en guerra y conseguir visibilidad para tratar de colarse de nuevo a la política. De acuerdo a Antolín Jiménez Gamas, el propósito del nuevo ejército era: “Defender con nuestras vidas el honor del inmaculado pabellón tricolor, símbolo de libertades y emblema de una heroica tradición”.

Durante un año los grupos de legionarios aprendieron estrategias de guerra que les enseñaron excombatientes de la Revolución. “Entrenaban los domingos a toda la gente a caballo, con machetes y sus armas”. Nunca usaron su entrenamiento porque el ataque no ocurrió, pero en su momento el país se lo tomó muy en serio.

A raíz de esto en 1944 se creó la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (Escuadrón 201), que en junio del año siguiente participó en las batallas de Japón.

Esta historia la conocemos ahora gracias a la labor de Fernando Llanos que, escudriñando en el archivo de su abuelo (Antolín Jiménez Gamas), encontró materia suficiente para articularla. Después de años de trabajo hizo el documental “Matria”; en 2014 se presentó en el Festival de Cine de Morelia y luego fue exhibida en otros certámenes internacionales.



Fuentes de consulta: 
Tomada de: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37426533
http://www.animalpolitico.com/2016/10/ejercito-charro-mexico-nazis/

Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Ganadería Tropical (CEIEGT), Martínez de la Torre, Veracruz Dr. Alfonso Baños Crespo


Bertha Lucila Velázquez Camacho,
junio 2017

El CEIEGT se localiza en el Estado de Veracruz a una altura de 151m.SNM. Cuenta con un total de 284 ha divididas en tres predios conocidos en la región como El Clarín, El Cenzontle y la Soledad, con 140 ha, 30 ha y 114 ha cada uno, respectivamente. El Clarín y El Cenzontle se ubican en el Km 5.5 de la Carretera Federal Martínez de la Torre-Tlapacoyan. La Soledad se localiza en el Km 3.5 del camino vecinal Martínez de la Torre-Novara, en el Municipio.

De Martínez de la Torre. El clima de esta zona es cálido húmedo con una temperatura y precipitación media anual de 23.4°C y 1840 mm, respectivamente. Este campo experimental está definido en términos agro ecológicos dentro de un bosque sub-tropical semi siempre verde, localizado en una zona de transición climática, entre la zona costera sub-húmeda (de menor precipitación) al este y la zona húmeda hacia la Sierra Madre Oriental, al oeste.

Cuando fue Director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia el Dr. Juan Garza Ramos y el Dr. Fernando Olguín Romero Secretario de Producción Animal, me invitaron a participar como Director Técnico del CIEGT en Martínez de la Torre, Veracruz, cuya filosofía era la producción de leche en el trópico a partir de la alimentación con forrajes, acepto la dirección en 1978 y soy el segundo director técnico.

El trabajo realizado aquí fue básicamente el de establecer la infraestructura como los caminos, drenes, potreros, cercos, corral  de manejo, baño de inmersión, construcciones e instalaciones; así como establecer líneas de investigación en producción forrajera (gramíneas y leguminosas), producción bovina

(leche y carne) a partir de cruzas de cebú (indobrasil) con Holstein, producción ovina con ganado de pelo, programas de sanidad animal, etc.

Este proyecto estaba integrado por la UNAM a través de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el gobierno federal a través de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) y el gobierno del estado de Veracruz. Como representante de la UNAM estaba el Dr. Juan Garza Ramos Director de la FMVZ y de la FAO el Dr. Saúl Fernández Baca.

Como director técnico del centro tuve la oportunidad de ser la contraparte del Dr. Gualberto Rafael de Lucía, que era el experto de la FAO especialista en pastos tropicales, del Dr. Foster Hamblin experto de la FAO especialista en producción de leche en el trópico, del Dr. Laurence C. Snook experto de la FAO especialista en pastos tropicales y del Dr. Marcelino Ávila consultor de la FAO

¡Gracias Doctor por su valiosa aportación!

Entrevista al Dr. Javier García de la Peña. I

 Karen Valle Villagómez
Bertha Lucila Velázquez Camacho
noviembre, 2017 

Conocer la historia de un académico nos permite entrar en dos mundos distintos. En primer lugar a su vida profesional donde nos percatamos de los cambios significativos de la misma labor que practicamos y en segundo lugar, una vida personal que se construye con el pasar de los años.

El Doctor Javier García de la Peña es un profesor jubilado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM que labora hace ya más de 50 años, la Universidad ha sido su segundo hogar donde sus valores se entremezclan con vivencias y enseñanzas de una vida familiar. Dan la hora de la cita acordada y miro caminar con seguridad e ímpetu al Doctor, quien saluda cordialmente y con una mirada apacible se sienta a mi lado para comenzar la charla, donde el tiempo nos parece breve sin saber qué lecciones y aprendizajes nos llevaremos uno del otro.

Karen: Buenos días Doctor García, mi nombre es Karen Valle actualmente estudio la carrera de Ciencias de la Comunicación y en esta ocasión, representando a la Revista Digital Expresiones Veterinaria, tengo el placer de encontrarme con usted para charlar un poco. Me gustaría iniciar preguntándole, ¿Cómo ha sido su formación académica a partir de su elección de la carrera?

Dr. García: ¡Muy buen día señorita! [Contesta con particular alegría, suspira y frota sus manos] Iniciemos con un antecedente, desde que yo iba a la secundaria a mí me atrajo muchísimo la biología, tuve un maestro extraordinario y sus explicaciones eran fantásticas. En tercero de secundaria llevábamos una materia optativa, entonces yo lleve biología aunque ya había cursado en primero y segundo año. Después fui a la Escuela Nacional Preparatoria, que por aquellos años era una sola escuela para cursar la preparatoria, era la número uno, ubicada en San Ildefonso lo que es actualmente el Colegio de San Ildefonso.

Yo me inscribo a nivel bachillerato con especialización en ciencias biológicas, ¿para qué? Para estudiar medicina.

 Mi idea era ser médico pero como en la casa de usted había muy poco recursos, cuando acabe la preparatoria fui a ver a unos muchachos que vivían a la vuelta de la casa, y uno de ellos estaban terminando la carrera de  medicina, yo iba a pedirle prestados los libros, ¿por qué? Porque no tenía recursos para comprar los libros, para mi eran carisísimos. En esa plática con el muchacho que me prestaría los libros, llego un amigo, Reinaldo Deler, que estaba estudiando Medicina Veterinaria y me dijo: – ¿cómo que vas a estudiar medicina, por qué no estudias medicina en animales?–, ¿y sabe qué? Eso me sonó muy bonito. En ese momento yo no tenía la menor idea sobre la medicina veterinaria. Yo dije: –si quiero estudiar medicina y la mayoría de la gente se dedica a curar gente, ¿yo por qué no voy a curar animales?–. Entonces le dije sí, él me dijo: –No te preocupes, yo te presto los libros y no te los presto, te los regalo, además te doy trabajo. Tengo aquí un criadero pequeño de conejos, si tú me lo cuidas, vienes todos los días a limpiarles, a darles de comer; yo te pago–.

Para mí fue como si se me abrieran las puertas del cielo, ¿por qué? Porque empecé, teniendo los libros y a ganar un poco de dinero, cosas que no había hecho hasta ese momento, no había ganado ni un centavo durante la preparatoria, entonces así empecé a estudiar medicina veterinaria e inclusive; este muchacho me llevó a la universidad, me inscribió y me pago la colegiatura. Yo entre a la Escuela de Medicina Veterinaria, en ese entonces, por un estudiante, en ese momento él estaba en cuarto año y yo ingrese en 1953.

Karen: Hablamos de 1953 y como usted menciona, la mayoría de la gente se dedicaba a cuidar y curar gente, en ese entonces ¿qué se entendía por medicina veterinaria?

Dr. García: Pues mire, en aquella época la gente creía, y yo creo que sigue creyendo, que el Médico Veterinario se dedica únicamente a tratar perros y gatos, déjeme darle un dato curioso. Años después mi mamá me contó que cuando yo elegí estudiar Medicina Veterinaria y les dije a mis papas que iría a la Escuela de Medicina Veterinaria para estudiar medicina y curar animales, mi papá se puso muy triste, porque le dijo a mi mamá: –Y ahora que va a ser de este muchacho, imagínate ¡veterinario! está en un campo de trabajo de este tamaño [señala con sus manos una cantidad reducida] perritos y gatos, vacunas contra la rabia, ¿qué va a ser? En cambio sí estudiara medicina imagínate su consultorio…– Toda esa parafernalia alrededor de un médico cirujano.

Años después mi papá estaba orgullosísimo de mí por ser Médico Veterinario, porque ya sabía lo que era ser un Médico Veterinario y conocía la gama enorme de posibilidades que esta carrera te deja.  [Sonríe con gran satisfacción]

Karen: De acuerdo a su experiencia en la Escuela de Medicina Veterinaria, ¿alguna anécdota qué recuerde con particularidad?

Dr. García: Podría decirle miles, pero en particular recuerdo que nosotros éramos un grupo reducido de alumnos, la población total de la escuela no rebasaba los 120 alumnos, de primero a quinto año y solo había un grupo por año. Éramos la única Escuela en Medicina Veterinaria en el país, entonces la realidad era que se recibía a estudiantes de toda la República. Yo tuve compañeros de diferentes partes, la mayoría era estudiantes que venían del Centro, de Querétaro, de Guanajuato, de Jalisco, algunos del Norte y también tuve compañeros extranjeros;  un hondureño, un panameño, dos venezolanos en total tuve cuatro compañeros extranjeros en Medicina Veterinaria que venían a estudiar a una escuela de prestigio.  ¿Qué le puedo contar? Teníamos profesores excelentes [Sonríe con la mirada a un punto fijo en la pared]

Karen: Recordando a sus profesores ¿alguno que recuerde con mucho cariño?

Dr. García: Le puedo decir que todos mis maestros fueron excelentes, de todos tengo un gratísimo recuerdo pero específicamente el Doctor Daniel Mercado García, fue una enorme guía. Siendo estudiantes de cuarto año, exploramos vacas en un establo donde él y el Doctor Navarro nos enseñaban individualmente. [Sonrisa discreta]

Recuerdo que el Día del Maestro les llevábamos serenata a todos nuestros maestros, en aquella época teníamos al Doctor Salomón Moleres que nos daba Bioquímica y Fisicoquímica, después nos daba nutrición pero en primero nos daba bioquímica y fisicoquímica. Cuando llegamos a su casa, él ya sabía que nosotros íbamos a llevarle serenata, quien sabe quién le dijo y cuando llegamos nos tenía un garrafón de este tamaño [simula con las manos una medida grande], era una cuba y nos dijo: –No se van hasta que todos se la terminen–. Ya se imagina como nos pusimos. Esos eran nuestros maestros, yo siento que era una hermandad, nos trataban de maravilla porque además éramos muy pocos, mi grupo era de 37 estudiantes.

Otra cosa importante, es que nosotros somos la generación del centenario, nosotros entramos en 1953 y ese año, la facultad cumplió 100 años de haber sido fundada. Se fundó en 1853 y por eso, nosotros fuimos la generación del centenario. Hicimos el monumento que usted puede ver, está entre el edificio de posgrado y el edificio donde está la dirección. Hay un monumento, ahí véalo de un lado estan todos los que fueron nuestros maestros y del otro lado estamos todos nosotros, los estudiantes de esa generación 53-57.

Karen: En su experiencia con los profesores, ¿existieron algunas dificultades o algún detonante que limitara la oportunidad de aprendizaje a nivel institución?

Dr. García: Usted debe de saber de las huelgas que se han vivido en la escuela, al pertenecer al grupo de escuelas universitarias no se está exento de esos problemas, entonces si había huelgas, había cohetes, si había estudiantes revoltosos como en todas la escuelas y facultades de ese entonces y que a través de los años ha sido la misma historia, sin embargo, deje decirle que esta escuela siempre ha sido muy tranquila, esta comunidad no se mete en problemas. Si se da cuenta es una comunidad que se dedica más al estudio que andar en problemas políticos, no quiere decir con esto que no lo haya, no quiero decir que no haya gente que traiga drogas, ¡no los he visto! pero tampoco puedo decir que no. En aquella época, problemas graves no, afortunadamente no fue con mucha frecuencia, no tuvimos huelgas muy largas, solo fueron dos o tres semanas.

Tenemos una escuela relativamente vieja, porque proviene desde San Jacinto, no sé si la conoce pero yo entre a San Jacinto, estuvimos ahí 53 y 54 y después venimos a Ciudad Universitaria. Yo estrene la Escuela de Medicina Veterinaria, no está, porque ésta fue mucho después, era el edificio que actualmente tiene Química, el anexo de Ciencias Químicas.

Karen: ¿Durante su profesionalización, tuvo alguna especialización?

Dr. García: Bueno, en realidad en ese tiempo no existían especialidades, decíamos que éramos especialistas en generalidades porque nos dedicábamos a todo [se ríe]. En la carrera se nos impartían todas las clínicas de las especies domésticas, es decir, clínica de bovinos, de porcinos, de pequeñas especies, de aves. Entonces usted salía con una formación muy general y al salir de la carrera al mundo laboral siendo médico veterinario podía usted irse a esta especie, la otra o la de más allá porque no existía la especialización que tenemos ahora donde ya hay compañeros que se dedican exclusivamente a ver a una especie y de esa especie una especialidad, por ejemplo: en bovino nutrición, en bovinos reproducción, en bovinos inseminación artificial. En aves alimentación, manejo o prevención de enfermedades.  Ya hay una gama impresionante, como en el caso de la medicina humana, se puede dedicar al riñón y punto, no hace otra cosa más que riñón o gastroenterólogo, otorrino, ya son especialidades concretas muy bien formadas, o sea nosotros estudiamos medicina general.

Karen: Al momento de concluir la carrera, ¿usted a dónde se va?

Dr. García: Bueno al terminar yo tenía la ilusión de trabajar con bovinos, porque además el Dr. Mercado fue maravilloso conmigo y me recomendó con el seguro ganadero, todavía no me recibía pero me mandaron a trabajar en bovinos a Tulancingo. Llegué a Tulancingo a trabajar en ganado bovino que era lo que yo quería y entonces el maestro Mercado me dijo: –Ahí hay una oportunidad–.

Previo a esto, me había mandado el maestro Mercado con la Organización Panamericana de la Salud para que me becaran e irme a Brasil a estudiar enfermedades vesiculares pero ¿sabe qué?, lo que me daban de la beca era tan poquito que no me alcanzaba para nada y mis padres no tenía para solventar ese gasto. Entonces yo le dije al maestro, no me puedo ir. Él me dijo –mira  no te preocupes, aquí hay este trabajo vete a ver a esta gente-– y me fui a ver ese trabajo, así llegue a Tulancingo a trabajar en vacas.

Esto fue en 1957 y me regresé de allí en el 58 porque me recibía el 19 de febrero de 1958. Déjeme decirle otra cosa, mis maestros han sido geniales conmigo; no uno, sino todos. Tenía un maestro, el Doctor Ernesto Delnaira del Campos que era el encargado de la Clínica de Pequeñas Especies en la Facultad y yo era su ayudante, pero al mismo tiempo el Dr. Delnaira era el médico veterinario de la Plaza de Toros México. Entonces, además de ayudarlo en la clínica empecé a ir con él los fines de semana a la plaza y me empecé a enterar del trabajo que hacía un veterinario en la Plaza de Toros. Esto sucedió cuando yo iba en cuarto año, cuarto y quinto años fui con él.

Regresando al año 58, yo me recibí a principios porque comencé la tesis desde quinto año, misma que me la dirigió el maestro Mercado. En fin, ¡como es la vida! [Menciona entre suspiros] que para el tiempo en que yo me titulo el maestro Mercado se convierte en el Subsecretario de Ganadería y se lleva al Doctor Delnaira como su secretario particular. Entonces el Doctor Delnaira me dice: – ¿te quieres quedar como médico veterinario de la Plaza de Toros México? –Sí, como no, claro que sí– le conteste.

Entonces hablamos con el que en ese momento era el juez de plaza, el Licenciado Pellicer y me dice: –Si claro Javier, quédate como medio veterinario de la plaza–, eso fue el 10 de marzo de 1958 y hasta la fecha ejerzo esa labor.

Por otro lado, el Doctor Felipe Flores Romero nos daba fisiología y yo fui su ayudante de laboratorio en fisiología, cuando termine la carrera me dice: – ¿quieres dar clase?–. [Me mira con un brillo en los ojos y se detiene un momento a tomar aire]. 

 El 3 de marzo de 1958 empecé a ser profesor de esta facultad. Fíjese, se me juntaron todas las cosas; me recibí el 19 de febrero y cuatro semanas después era médico veterinario de la Plaza de toros y al mismo tiempo profesor de la entonces, Escuela de Medicina Veterinaria.


Karen: ¿Qué pasa en ese momento por su mente?

Dr. García: [con un suspiro y lágrimas en los ojos exclama] – ¡La locura!–  [conmovido por el recuerdo, con expresión de alegría, satisfacción y entusiasmo me mira] – Yo le rogaba a Dios todos los días, hacerme profesionista– [se toma unos segundo para sentir y hacerme sentir la emoción de sus recuerdos, suspira].  Nosotros teníamos muchas carencias, el hecho de que en aquella época, me transformara en médico veterinario o ser un profesionista, era abrirse las puertas... no del cielo, era abrirse las puertas del éxito, no nada más profesional sino económico, para mí era esencial convertirme en profesionista. Yo le rogaba a Dios todos los días y luchaba a brazo partido  por ser cada vez mejor, tengo tres diplomas de la universidad por altas calificaciones; de primero, de segundo y de tercer grado en tres años de la carrera. Yo me esforzaba realmente muchísimo, con los libros que me prestaban de aquí de la facultad. Yo me hice profesionista con toda la ilusión del mundo, de pronto salgo a la vida profesional y las puertas se abren de manera gigante, ¿por qué? porque siendo estudiante, un maestro me manda a hacerme cargo de quinientas y tantas vacas, siendo todavía pasante, prácticamente terminando la carrera, voy y ocupo un lugar como médico veterinario en una plaza de toros importantísima en este país, se me abren las puertas. [Aún con la emoción del recuerdo deja escapar una carcajada].

Tenía un amigo, también profesor de la facultad, el Doctor Muñoz del Pozo que tenía un consultorio y me dice: –Te quieres hacer cargo en la tarde y dar las consultas ahí–, le dije sí. Sabe, de la noche a la mañana empiezo a ganar dinero y a poder ayudar en mi casa. A partir de ahí eso es un parte aguas en mi familia. Esta carrera nos abrió la puerta, no nada más a mí, a toda mi familia; a mis hermanos y a mis padres, entonces las cosas cambiaron a partir de ese momento. Fue otra cosa, fue otro mundo.
 
Todo lo ocurrido en mi vida representa un cambio importantísimo, eso es lo que trato de transmitir a mis alumnos  como profesor de esta facultad, ustedes no saben, no se imaginan lo que como carrera da. Esta carrera les puede dar la oportunidad de ayudar, a parte de la humanidad, para tener un estatus diferente. Si la gente come mejor, la gente va hacer mejor, va tener posibilidades de crecer, no solamente en talla, sino en pensamiento.

Si tiene los satisfactores alimenticios cubiertos, es básico, tiene que ser así. Y les digo: –Atrás de la producción de huevo, de la producción de leche, de la producción de carne esta un médico veterinario y esos pueden ser ustedes–. Hasta les pongo ejemplos, haber ¿qué desayunaste hoy? huevitos con jamón, huevitos con chorizo, huevitos con tocino. Te comiste algún día unas albóndigas, te tomaste un vaso de leche, le pusiste mantequilla a tu pan, o le pusiste mucha crema a tus tacos... [La risa nos invade a los dos] Atrás de eso hay un veterinario, ¿por  qué? porque estamos en la producción animal y eso va a beneficiar a la gente que consume esos alimentos, si hay más producción, va a ser más barato y más gente lo consumirá, ¡la labor de un medico veterinario es importantísima para este país y para el mundo!

Eso es lo que hay que inculcarle a los chavos, eso es lo que a mí me ha abierto la puerta de la vida  porque me cambio la vida una vez que me convertí en médico veterinario, eso es lo que me ha permitido tener todo lo que tengo, haber formado a mis hijos, que todos mis hijos sean profesionistas, ninguno es médico veterinario pero todos son profesionistas y han ido a las mejores escuelas que es posible pagar, a la Ibero, al Tecnológico todo de esta profesión. La profesión ha sido enorme conmigo. [La alegría con la que menciona las etapas de su vida transmite la satisfacción de sus logros]

CONTINUARA... 

El medio ambiente del proceso de expresión

Karen Valle Villagómez

ComunicólogaTodos los seres vivos mantienen interacciones unos con otros, trasmiten mensajes o transfieren estímulos, en consecuencia modifican el estado de reposo en el que pueden encontrase. Es decir la relación que se crea se convierte en una actividad.

La comunicación como término se define por el Diccionario de Sociología Henry Pratt Fairchild; como “el proceso de hacer comunes o intercambiar ideas, sentimientos, creencias, generalmente por medio de un lenguaje, aunque también por medio de representaciones visuales, imitaciones y sugerencias.” (Peredo, 1968: 31)

Este proceso con el paso del tiempo, permanece y se fortalece en los organismos vivos. Tal como lo hacen las células; se comunican al crear un dinamismo entre ellas. Por ejemplo, entre el ADN y ARN existen células receptoras y mensajeras, cada una desempeña un papel en la transmisión de información genética.

En el caso de los animales utilizan algunos sonidos que los identifican como especie. Por ejemplo, el perro gruñe cuando se siente agredido y está dispuesto a atacar; ladra para crear una relación con otros o por instinto de percepción a otra especie, aúlla o chilla al presentar síntomas de algún dolor; en resumidas cuentas usa un código que lo caracteriza.

Finalmente el ser humano cuenta con su propio esquema de comunicación, el cual se transfiere mediante el lenguaje. Émile Benveniste en su libro Problemas de lingüística general, plantea que el ser humano asimila su realidad mediante el pensamiento y es con el lenguaje que lo expresa.

Es así como surgen los símbolos, cuyo significado cambiara según el contexto y su cultura; es precisamente el sistema de signos lo que hace de la comunicación humana un sistema más complejo que la de los animales u organismos vivos.Engels en su obra El papel del trabajo en la trasformación del mono al hombre, menciona que la distinción que se dio entre animales y el ser humano tuvo lugar gracias a la capacidad de desarrollar órganos específicos de la boca para producir sonidos –que a diferencia de los animales– concluyeron en símbolos con representación mental.

“El rápido progreso de la civilización fue atribuido exclusivamente a la cabeza, al desarrollo y la actividad del cerebro.” (Engels, 1991: 11), originando así la capacidad de abstracción de la que se caracteriza el lenguaje. Es gracias a este desarrollo que años más tarde Saussure propone el modelo dialéctico de la doble articulación (significante/significado).

Podemos sugerir entonces que la intervención de lo biológico en el lenguaje se atribuye a la naturaleza de la comunicación humana, partiendo de los sistemas del cuerpo como propone Eliot Chapple en su obra El hombre cultural y el hombre biológico, el aprendizaje de un niño para desarrollar el proceso de la comunicación se intercala con la interacción y la distinción.

Estos dos modos de operar se desarrollaran por medio del “sistema nervioso autónomo-esquelético, con su medición a través de los centros controladores limbo-hipotalámico-reticular. La corteza cerebral participa, por supuesto, según son activados los patrones discriminativos.” (Chapple: 1972, 325)Además el autor desarrolla el lenguaje en términos de la comunicación haciendo énfasis en dos categorías; las propiedades biológicas (sonido, entonación, timbre y articulación) y los símbolos (palabras, frases, gestos posturas y los patrones de interacción del que escucha).

En cuando a las primeras, se refiere a unidades fisiológicas que interfieren al momento de articular palabras, es decir, 100 músculos controlados por el sistema nervioso central que permiten la gesticulación y la articulación; la respiración contribuye a la entonación y timbre, los cuales ocasionan efectos emotivos debido a la influencia del sistema emotivo-interactivo.

Partiendo de este proceso como algo biológico Bougnoux en su libro Introducción a las ciencias de la comunicación hace una comparación en el aprendizaje del niño con el animal, ya que su primera interacción se da mediante la observación e imitación de su entorno. Sin embargo al dirigirse a un código de comunicación entre animal y ser humano este cambia.

Es así como el desarrollo de la comunicación mediante el lenguaje como facultad humana, origina el entendimiento de los individuos, durante mucho tiempo la distinción entre el lenguaje humano y el resto de los órganos vivos ha permitido mostrar la complejidad de cada uno.

Isócrates (sic.) en su obra Nicocles distingue al ser humano de los demás seres vivos enunciando: “en la mayor parte de nuestras habilidades no somos diferentes a los otros animales, somos menos fuertes y nos faltan otras habilidades que éstos tienen. Sin embargo tenemos el poder de persuadirnos unos a otros [...] la palabra nos ha ayudado a obtener prácticamente todas las cosas.” (Highered, página web)

Es por eso que la comunicación es un recurso primordial entre los seres vivos, pese al grado de complejidad que cada uno de las especies maneje y el uso que se le da, el beneficio es general para todos, crea la interacción con la especie.

Sin duda el lenguaje es el principal medio con el que el ser humano da lugar al proceso de la comunicación y está a su vez es la promotora de la interacción entre individuos. Comprendiendo que su naturaleza surge de forma biológica, se le puede denominar una facultad natural que se rige por un código, la cual permite el entendimiento de una sociedad..
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Fuentes consultadas

Chapple Elio D. Culture and biological man [trad. Carmen Viqueira de Palerm. El hombre cultural y el hombre biológico.] 1972, Pax-México, México Benveniste Émile. Problemas de lingüística general. Capitulo Vi-VII, 1972, Siglo XXI, México.
Bougnoux Daniel. Ontroduction aux sciences de la  communication [trad. Paula Mahler Introducción a las ciencias de la comunicación.] Nueva visión SAIC. Argentina.
Engels Friedrich. El papel del trabajo en la transformación del mono al hombre.1991, Fontamara, México.
Peredo Roberto. Introducción al estudio de la comunicación. 1986 Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana. México.


Páginas electrónicas.

Highered. Capitulo 1: naturaleza, proceso y funciones de la comunicación humana. Recopilado en:
http://highered.mcgrawhill.com/sites/dl/free/9701042840/114898/CapituloMuestra.pdf [consulta: 2 de marzo del 2014 8:00 pm] muestra de libro electrónico


El pesaje de las colmenas como un método para la selección de colonias de abejas más productivas

Gris V AG a*; Guzmán NE b,a
 a FMVZ. UNAM  b INIFAP-SAGAR
Publicado en la XXXIX Reunión Nacional 
de Investigación Pecuaria UNAM 2003



El objetivo este trabajo fue medir diferentes variables, las cuales ayudasen a estimar la producción de miel en colonias de abejas. La investigación se realizó en apiarios ubicados en Villa Guerrero, en el Estado de México. Se instalaron 23 colonias, en las cuales se midieron las siguientes variables: evaluación del comportamiento productivo de las colonias, evaluación de la población de las colonias, evaluación del incremento de peso de las colonias y evaluación del comportamiento de pecoreo. 

La evaluación del comportamiento productivo consistió en estimar la producción de miel de cada colonia en todos y cada uno de los apiarios, mediante el conteo de bastidores cosechados y la estimación del peso promedio de cada bastidor. La evaluación de la población consistió en contar el número de bastidores tanto de cámara de cría como de alza cubiertos por abejas en cada colmena y luego multiplicarlos por un factor de estimación del 'número de abejas por bastidor. Este conteo se llevó a cabo únicamente al comienzo y al final del flujo de néctar. _La evaluación del incremento de peso, consistió en montar y pesar las colmenas en una báscula de escala. Los pesos de las colmenas fueron registrados de esta manera cada 15 días, durante seis ocasiones.

Durante los mismos periodos de tiempo en las mismas colmenas, se llevaron a cabo mediciones del pecoreo de las abejas. La evaluación del comportamiento de pecoreo consistió en contar el número de abejas que entraban a la colmena en un lapso de un minuto con la ayuda de un contador de bultos de cuatro dígitos. Se realizó una medición por la mañana y otra por la tarde en cada una de las colonias. 

A los datos obtenidos se les realizaron análisis de regresión y de correlación. Los datos de aumento de peso a corto plazo también se correlacionaron con los de producción de miel de las mismas colmenas.           

Se encontraron correlaciones significativas, mayores a 0.70 entre población, peso de las colmenas, número de pecoreadoras y producción de miel (P<0 .001="" div="" nbsp="">

El peso de las colmenas fue la variable que mejor predijo la producción de miel (r2= 0.88, r= 0.94,  P

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