Entrevista con el Dr Fernando Pérez Gil Romo


Bertha Lucila Velázquez Camacho

Doctor me podría platicar por qué decidió ser Médico Veterinario.

En realidad yo poco sabía de la medicina veterinaria cuando todo esto empezó, mi familia materna viene precedida de muchos médicos, algunos muy famosos que trascendieron la medicina Mexicana; entonces platicando con un primo me preguntó a que me iba a dedicar y por supuesto le comenté que a la medicina, lo único que exclamó fue “¿otro médico en la familia?”  …. Bueno es lo que me gusta ………… y me comentó, estudia otra carrera más moderna, más interesante, con mayor futuro y así ingrese a la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM en 1965; en esa época era el único lugar en donde se podía estudiar Medicina Veterinaria. Por aquellos años los compañeros en su mayor parte, eran de los estados de la República y había pocos del Distrito Federal; compartíamos las instalaciones de lo que es ahora la Facultad de Química.

Realicé mis estudios de primaria, secundaria y preparatoria en el Colegio México y en el Centro Universitario México (CUM); en las escuelas maristas solo había hombres y esto era muy interesante, ya que después de estar solo en escuelas de hombres y entras a la Universidad y dices ¿Qué es esto? es una escuela enorme, con muchos estudiantes de ambos sexos. En la Escuela de Veterinaria había muy pocas mujeres, mi generación fue de 287, de los cuales menos de 20 fueron mujeres, actualmente más del 50% son mujeres.

A mí me tocaron dos cosas curiosas; la primera es que fui la última generación en cursar dos años de preparatoria, y la segunda es que soy integrante de la última generación del plan de estudios anual en Veterinaria, ya que posteriormente se implemento él plan semestral; debido a esto curse la carrera en 4 años y 2 semestres.

Pertenezco a una generación muy particular (1965-1969), ya que en 1968 México fue el país sede de los juegos Olímpicos y del movimiento estudiantil, “fueron momentos muy interesantes”. Fui alumno de 5to año en 1969, primer año que se divide en semestres la UNAM.

Para el año de 1970, no habíamos terminado las asignaturas ya que el movimiento de 68 significo no asistir a la escuela durante varios meses, no pudimos recuperar todo el tiempo y finalmente en marzo de 1970 termine la carrera. Mi trabajo de tesis se titulo “Determinación de la catalasa en glóbulos rojos de perros”, este trabajo es muy interesante ya que en esa época y en la actual no es posible transfundir a un perro, porque las consecuencias son fatales, el perro presenta shock anafiláctico y muere. La hipótesis de mi trabajo fue que los perros que tuviesen una buena concentración de catalasa en los glóbulos rojos, tenían menos probabilidades de presentar shock anafiláctico; mi trabajo fue la parte de laboratorio pero me hubiera gustado llevar a la práctica mi investigación; finalmente no se si Juan Garza Ramos que fue mi asesor, tuvo la oportunidad de demostrar la hipótesis. Para conseguir la sangre para mi trabajo de investigación, fui al bioterio del Instituto de Nutrición, con mi compañero Andrés Paredes Ortiz que también necesitaba sangre para su trabajo de investigación. Presenté mi examen profesional el 20 de junio de 1970, esto es muy significativo para mí, ya que no iba a ser el único título que obtendría en esa fecha.

Mi primer trabajo fue en la Aseguradora Nacional Agrícola y Ganadera (ANAGSA) con el Dr. Mario Galli Ferrari en Michoacán; recorrí todo el estado y sus colindancias asegurando ganado en los lugares más alejados; mis actividades consistían en aretar el ganado o recuperar la oreja del animal fallecido, para que los campesinos pudiesen recuperar el dinero; esto a mi me molestó de inmediato porque lo consideraba una vacilada, ya que finalmente tu no sabías de que se tenía que morir el ganado para que pudiera el campesino recuperar el dinero del seguro. En los meses de julio a diciembre me preparé para solicitar una beca, que obtuve a principios de 1971.

Yo tenía la necesidad imperiosa de estudiar un posgrado, yo no viví la época que se vive ahora, en la que muchos estudian por onda, por buen promedio, porque no tienen trabajo y es más fácil conseguir una beca que conseguir un empleo; en aquella época no prevalecía ese asunto, se iba el que tenía ganas de irse.

En esa época no existía el TOEFL, actualmente a cualquier lugar que tu quieras ir a estudiar tienes que pasar el éste examen de inglés; yo tuve que presentar un examen muy difícil, el Michigan Test, y así viaje a Estados Unidos. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) se preparaba para entregar las primeras becas a los estudiantes que se iban a estudiar al extranjero; yo no sabía el trámite en CONACYT y solicité beca a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la beca me fue concedida, no sin antes tener un pequeño problema, ya que solicité la beca para estudiar la maestría en Estados Unidos y elegí la Universidad de Cornell en Nueva York, Michigan State University en East Lansing Michigan y la Universidad de California en Davis; desconozco la razón por la que la OMS decidió otorgarme la beca para la Universidad de Davis en California. Paralelamente realicé una solicitud al Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá en Guatemala (INCAP), por lo menos si no tenía la oportunidad de ir a Davis habría una salida decorosa a Guatemala, a un Instituto apoyado por la Fundación Rockefeller en donde había un buen grupo de zootecnistas que realizaban investigaciones en nutrición animal. Recibí la carta de aceptación para el INCAP y semanas después recibí la carta para asistir a la Universidad de California, tome la decisión de estudiar en la Universidad de Davis California.

El Dr. Adolfo Chávez me presentó al director del Instituto de Nutrición, el Dr. Salvador Zubirán, él me peguntó que es lo quieres hacer y le comenté que deseaba estudiar un posgrado en nutrición animal; es así como el Dr. Zubirán me entregó una carta dirigida al Secretario de Salud para la obtención de una beca de la OMS.

En el año de 1971 llegué a Davis California, mi asesor fue un australiano James Morris y me propone un programa de estudios, en el que curso asignaturas de nutrición animal y nutrición humana; esto fue muy complicado ya que estudié materias a destajo. Yo no realice tesis de maestría, presenté un examen oral y el 20 de junio de 1972 obtuve el grado de Master in Nutrition. En Davis California me estimularon a estudiar el doctorado y en 1974 regresé a México.

A mi regreso me presenté con el Dr. Zubirán en el Instituto, y le comenté que ya había terminado mis estudios; el Dr. poco o nada tenía interés en armar algo que tuviera que ver con Nutrición Animal y me comento que si estaba interesado en estudiar un doctorado en toxicología; por este comentario le dije que si no le interesaba que formara parte de su grupo de trabajo, que por favor me diera una carta de recomendación para el Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias (INIP). El Dr Zubirán le solicitó a Dr Chávez que me diera un lugar en la División de Nutrición; así fue como de la noche a la mañana estaba en el Instituto y poco o nada sabía a qué se dedicaba.

Me enteré que el Instituto tenía un hospital y que el hospital era más importante que el Instituto. El hecho de tener un hospital y de llamarse Instituto es porque tenía toda la infraestructura, equipo, instalaciones y personal capacitado para realizar investigación en biomedicina; ahí comencé a trabajar con un grupo multidisciplinario donde había médicos, economistas, antropólogos, nutriólogos, veterinarios, zootecnistas, ingenieros químicos, ingenieros bioquímicos y químicos farmacobiólogos que prevalecían en la antigua División de Nutrición de la que el Dr Chávez era el jefe. Inmediatamente me vi inmerso en una cantidad de carreras, en la que todos hablaban de la nutrición desde diferentes ángulos; eso me estimuló para que cuando yo tuviera algún grupo en Nutrición tendría que ser un grupo multidisciplinario.

El 1 de agosto de 1974 ingresé al Instituto y fui el primer MVZ en tener un nombramiento de Investigador, inicie a trabajar con profesores y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Ya que el Instituto no me entregaría recursos para mis investigaciones, desde el primer día aprendí que si la montaña no viene a Alá, Alá tiene que ir a la montaña, de esta forma aprendí a buscar financiamiento.

Mi equipo de trabajo y yo nos pusimos en contacto con las Universidades y Escuelas de Veterinaria para brindarles la oportunidad de realizar trabajos de licenciatura y maestría. Con la premisa de realizar estudios en diferentes regiones del país, el personal del Departamento se preparó para buscar apoyo económico y así tener la oportunidad de realizar investigaciones.

El primer proyecto de CONACYT se obtuvo en 1977 con base en un programa de investigación sobre el aprovechamiento de los recursos agrícolas, esto sirvió para establecer las líneas de investigación y como resultado la publicación de artículos científicos. Las políticas de investigación del año 74 y 77 no tenían nada que ver con lo que se venía encima; en julio de 1984 se crea el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y ocasiona un cambio muy importante ya que por el trabajo profesional se obtiene dinero, y este sistema iba a ser un medio que nos apoyaría económicamente.

En 1982 se crea el Departamento de Nutrición Animal y soy el primer MVZ en ser nombrado Jefe del Departamento, cargo que ocupo a la fecha. En ese año la División de Nutrición donde yo trabajaba se dividió en dos: la División de Nutrición de Comunidad y la División de Nutrición Experimental, nosotros quedamos en la División de Nutrición Experimental, tres departamentos formamos esa División y contábamos con la infraestructura. En 1980 el Dr. Chávez obtuvo un apoyo económico de la Secretaría de la Contraloría y aproximadamente 80 profesionales conseguimos la base.

En el año de 1982 comenté con mi equipo de trabajo, que Nutrición Animal debería aportar algo al ser humano, yo no podía trabajar pensando en conversión alimenticia y parámetros que se utilizan en nutrición animal, yo debería pensar en el impacto final de los alimentos, por lo tanto debería haber un equipo de trabajo que estimulase la producción animal y el impacto en el consumidor. Algunos de mis compañeros del Instituto piensan que uno se debe convertir en macrobiótica y vegetariano, ya que los alimentos de origen animal son dañinos, sin embargo con los resultados de las investigaciones yo les puedo comprobar que están equivocados. Para dar a conocer esta información, el Departamento organiza anualmente Seminarios dirigidos a la población general y de esta forma las personas se dan cuenta que la nutrición animal es otro rollo.

En 1975 mi profesor de la Facultad el Dr. Germán González López de FES-Cuautitlán, me llamó por teléfono y me invitó a impartir clases en la UNAM, y fue así como me inicié como profesor de la Cátedra de Nutrición Animal, de la cual soy definitivo. Jamás había impartido una clase; terminé fascinado y mi éxito fue rotundo, ya que para el siguiente semestre mi popularidad creció rápidamente, yo competía con Armado Shimada, René Ledesma y el Dr. Tirado. Desde esa fecha impartí la materia de Nutrición Animal, con nombres diferentes de acuerdo al plan de estudios. Hasta este momento sigo trabajando en la UNAM.

En 1989 me invita el Dr. Leopoldo Paasch a trabajar como Secretario de Asuntos Académicos de Posgrado de la Facultad (1990-1993) y del 93 al 95 fui el Secretario de Investigación Científica, este nombramiento lo borrarían del mapa años después. En el periodo de 1990 a 1994 aprendí muchas cosas del movimiento de la Facultad, además de conocer que personas estaban en el Sistema Nacional de Investigadores (SIN) y con quien se podría realizar investigaciones. En 1993 se crea la Junta de Investigación Científica presidida por la Dra. Aline Schuneman de Aluja; cuando yo dejo de ser Secretario, la Dra. Aline no regresa y curiosamente las personas que habrían de ocupar la Coordinación han sido cuatro, los cuatro su nombre es Carlos.
Mi categoría es Profesor de Asignatura “B” definitivo en Nutrición Animal. Esto debe estar en los registros, aunque a algunos no les guste, yo obtuve la definitividad en la materia de Nutrición y Alimentación del Cerdo a nivel posgrado.

A lo largo de mi vida académica he sido merecedor de varios logros y reconocimientos:

Primer MVZ en ingresar a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Área Agropecuaria.

En 1979 fui asesor de las dos primeras tesis que el Departamento asesoró en materia de alimentos no convencionales y 2 estudiantes de la Universidad Iberoamericana en el mismo año obtuvieron el primero y segundo lugar del Premio Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos, Categoría Estudiantil.

La tesis de maestría “Tecnología del amaranto y la factibilidad de utilizarse en la nutrición humana y animal”, de Hugo Necoechea, dirigida por Camacho y Pérez Gil obtiene el primer lugar en la categoría profesional.

Premio Nacional de Ciencia y Tecnología de los alimentos, Primer lugar categoría profesional (1980).

Primer lugar en la categoría de Innovación Tecnológica, que otorga el Programa Universitario de Alimentos (PUAL) con la investigación “Aprovechamiento de las halófitas del género Atriplex en la alimentación de las cabras” (1990).

Cátedra Patrimonial de Excelencia Nivel III de CONACYT.

Investigador Nacional Nivel III del Sistema Nacional de Investigadores.

De 1982 a la fecha el Departamento de Nutrición ha obtenido reconocimientos y premios, entre los más importantes están:

En 1993 los Laboratorios Roche entregaron un premio a las mejores investigaciones en nutrición de aves y de cerdos.

En el año 2000 en el Congreso Latinoamericano de Nutrición en Buenos Aires Argentina, la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN) entrega un premio a las mejores investigaciones en Nutrición, el Departamento llegó a las finalistas, no recuerdo si quedamos en segundo o tercer lugar.

El Departamento de Nutrición Animal, en los 35 años que llevo como jefe, ha recibido financiamiento del CONACYT.

A nivel internacional organismos como la United Nations University, la Fundación Norteamericana para la Ciencia con sede en Minnesota nos han apoyado económicamente.

El Departamento ha recibido una buena cantidad de dinero para sus investigaciones. Actualmente la Comisión Nacional de Pesca (CONAPESCA) nos apoya en la cuestión de aprovechamiento de recursos marinos en la alimentación animal.
Silvia Carrillo es la investigadora que abre las puertas en la nutrición de aves y en cuatro ocasiones ha recibido el premio de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA).

Mi equipo de trabajo y yo hemos recibido premios y apoyos económicos por las investigaciones que se realizan.

El objetivo de Departamento es la publicación de artículos científicos siempre y cuando estén indizados en las revistas del Journal of Citation Reports, el Instituto debe publicar en este tipo de revistas porque es lo único que es válido para el SNI. El Instituto cuenta con una comisión de evaluación interna y externa que sirve para obtener mejores categorías.

Aquí hay dos o tres puntos históricos interesantes:
El cambio de nombre del Instituto Nacional de la Nutrición, por el del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

La homologación de las plazas de los investigadores del Instituto, de acuerdo al Seguro Social, dejamos de ser investigadores Asociados A, B, C, Titular A, B, C y pasamos a ser investigador en ciencias médicas A, B, C, D, E y F. La posición que guardamos como empleados de confianza, que nos permite entrar, subir, bajar, correr hacer lo que nos da la gana y brincar el jumping sin ningún problema, hay libertad.

Hay una frase que yo siempre recuerdo. “La libertad que nos ha dado Nutrición para actuar y para trabajar no se paga”, aparentemente tú podrías ganar más sueldo en otro lugar, pero la libertad de aquí es increíble; en cualquier otro lugar del país el jefe es jefe, el empleado es empleado y hay que arreglar las cosas como ellos quieren aquí no es así, hay mucha libertad para moverse.

Doctor, es muy agradable conocer al académico desde otra faceta, gracias.

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